La semana pasada estaba de bastante bajón, pero hoy quiero hablar de algo bueno que tengo en mi vida: el amor. Después de una tortuosa ruptura he decidido darle otra oportunidad al amor y es de las mejores decisiones que he tomado este complicado año. Hay historias de amor que comienzan con un flechazo a primera vista, o en mi caso en un reencuentro después de años de «hola» y llegar a conocerle mejor en una escapada rural de unas horas. Cuando comienzas una relación todo lo de esa persona te encanta, te sientes como en una nube y se establecen unas pautas para que todo llegue a buen puerto.
El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico). Habitualmente, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de emociones, experiencias y actitudes.
Pero también se puede sentir amor por marcas porque: » Una marca es el del consumidor sobre una organización y sus productos y servicios.» Algunos ejemplos de esas marcas que habitan en la mente del consumidor:
Apple: Esa manzanita es una auténtica tentación hecha realidad; no puedes evitar desear cada producto que lanza al mercado. Es el máximo exponente el diseño, que durante más de 30 años se ha mantenido en el podio. Ha conseguido dar status a la informática y que mostremos orgullosos nuestro equipo de trabajo, sin temor a ser considerados como un bicho raro.
Google: La gran G. Los chicos de Mountain View han logrado montar un verdadero imperio, cuyos pilares se sostienen, según ellos, en su vocación por organizar toda la información existente en el mundo y hacerla universalmente accesible y útil. Su nombre ha llegado a considerarse como sinónimo de internet: «Búscalo en Google». A menudo nos sorprenden con detalles y novedades, como sus ya famosos doodles, para alegrarnos el día a quienes pasamos muchas horas buceando en sus páginas. Por otra parte, está su filosofía de trabajo, que se han encargado de transmitir a los cuatro vientos ¿hay alguien que no desee trabajar en Google?
Coca-Cola: La chispa de la vida, con eso no habría más que decir. Una marca de bebida refrescante que ha conseguido extender una marea roja sobre el panorama publicitario de ayer, hoy y siempre? ¿quién no espera ansiadamente cada navidad el anuncio de la Coca-Cola? Su sola mención denota alegría, hace que evoques sus burbujas, su dulce sabor? una fiesta no es lo mismo sin ella
Ikea: El ingenio sueco que ha conseguido formar parte de todos los hogares. Su filosofía se basa en una premisa muy simple: diseño para todos, a bajo coste. Su idea de negocio sigue siendo la misma que allá por los años 40 movió a su fundador, un joven granjero sueco a emprender su actividad comercial: «vender artículos que cubrieran diversas necesidades, a precios accesibles». ¿sabes de alguien que no tenga en casa un mueble de Ikea?
Cuenta además con una reputación intachable, siendo un claro ejemplo de compromiso social y responsabilidad con el medio ambiente; es ?la marca buena y comprometida?.
Cadbury, el chocolate con más de un siglo de historia. Esta empresa inglesa ha endulzado a varias generaciones; sus admiradores ensalzan su potente efecto antiestrés, su facilidad para evadirles de su rutina y llevarles a un paraíso lleno de su exótico sabor; que les acompaña tanto en sus momentos tristes y melancólicos como en aquellos más divertidos.
Adidas, la marca de los deportistas. Desde su nacimiento estuvo ligada al mundo del deporte. Su primer golpe de suerte lo vivió en los Juegos Olímpicos de Berlín, en 1936, de la mano del atleta Jesse Owens. Durante todos estos años la empresa ha sabido mantener su espíritu deportivo, mantenerse fiel a sus principios, lo que le ha llevado a constituirse como el principal fabricante de ropa deportiva en Europa.
Starbucks, la experiencia de tomar un café. Quién iba a pensar que un servicio de «café rápido» podría llegar a constituirse en todo un símbolo, hasta el punto de que cuando piensas en «café» te viene a la mente uno de sus deliciosos combinados. Sus establecimientos están diseñados para ofrecer una experiencia altamente satisfactoria para los clientes, desde el ambiente que en ellos se recrea, hasta la atención del camarero, o el poder disponer de wifi gratuito.
Lego, construye pieza a pieza todo lo que pase por tu imaginación.Mucho más que un juguete para niños. Su nombre viene del danés «leg godt» que significa «juega bien» y eso es lo que ha conseguido con este entretenimiento para niños y mayores a base de piezas de plástico interconectables de vivos colores. A su alrededor ha crecido toda una cultura, que ha utilizado sus piezas para recrear ciudades, personajes de ficción, como los de la Guerra de las Galaxias o grandes obras de la tecnología, como aviones o coches de Fórmula 1.
Harley Davidson, una filosofía de vida. Esta marca ha conseguido crear una verdadera religión, ha constituido una auténtica cultura motera, donde sus integrantes no dudan en mostrar orgullosos sus tatuajes con el logo de la marca. Sus concesionarios son auténticos templos de culto, donde no puede faltar un sinfín de accesorios y complementos para sus motocicletas. El característico rugido de su motor es inconfundible, y como tal lo exhiben, tanto en sus traslados en solitario, como en sus ya multitudinarias y famosas concentraciones.
BMW. La germana del automotor, a pesar de ser una marca fabricante de vehículos de alta gama y no accesibles para cualquier bolsillo, es sin duda una de las más deseadas, emocionando y levantando pasiones entre los amantes del motor. Sin duda BMW ha logrado posicionarse como un icono de las carreteras convirtiendo sus vehículos en el sueño de miles personas. Quién ha tenido el privilegio de conducir o poseer uno de ellos ha podido experimentar esa sensación y un cúmulo de emociones que lo vinculan a la propia marca.
Puede ser casualidad, pero estas marcas que son tan queridas son completamente atemporales, llegando a transformarse en tendencias. Estos nombres responden a los cambios en la sociedad y en el entorno. Son buenos ejemplos de con la capacidad de cambiar junto con su entorno sin perder la personalidad, ni la identidad. Ser atemporal, no significa ‘no cambiar’. De hecho algo que diferencia a una gran marca es la capacidad que tiene cada cierto tiempo de reinventarse, adaptarse al entorno desde su propio prisma,sin perder su identidad.
Y para tí ¿Cuál es la marca que más te enamora?
Nos leemos.
Nuky