Austeridad la de España no la de las nuevas elecciones
Después de medio año, que se dice pronto, viendo como unos caraduras no han hecho su trabajo, que era para empezar por formar Gobierno. Seis meses de impotencia observando como esta panda de irresponsables se lapidaban los unos a los otros en vez de construir lo que necesitan los españoles, un equipo de profesionales que tiene que sacarnos donde ellos nos metieron. En vez de ser profesionales haciendo honor a sus sueldos, que además se incrementará 10.000 € como compensación por disolver las cortes, nos dejan la pelota en nuestro tejado teniendo que votar de nuevo, pero ojo que esta vez los españoles vamos a las urnas de manera estratégica por el encaje de bolillos que puedan hacer. A mi me parece muy bien que si un solo partido no consigue los escaños necesarios para gobernar debe buscar aliados, eso hará que todo se discuta más antes incluso de proponerlo y las imposiciones por mayoría serán cosa del pasado. Pero cuidado con juntar churras con merinas para conseguir el poder, que es lo único en lo que piensan estos desalmados, que el ego con la prepotencia de diferentes cabeza de partido no va a traernos nada bueno. Antes de las coaliciones nos toca escucharles, como si no lo hubiéramos hecho ya suficiente, a cada candidato, que para eso se lo han vuelto a gastar, claro que sí.
Y ahora a mendigar el voto criticando al fuerte, contra el que van todos los partidos por si luego hay que arrimarse a alguno de ellos.
Intentar desesperadamente que el pueblo no vote por descarte movidos por el desagrado que ellos mismos ha provocado.
Manteniendo su trillado eslogan del cambio, en el que la casta por fin queda desterrada, cuando en más de medio año han demostrado ser el mismo perro pero sin corbata.
Y cómo no, está el recurso fácil de hablar del tema que más nos asfixia a todos porque es ir al punto que hará que nos movamos.
Dicho esto, queda claro que considero que es una tomadura de pelo y aun así iré a mi querida Salamanca a ejercer mi derecho al voto, aprovechando el puente de las fiestas en León. Pero este tema me repatea, ya no sólo porque recaiga de nuevo la responsabilidad sobre el pueblo, ni porque el Congreso volverá a ser un patio de colegio sino porque han creado una desconfianza en la figura del político, ¿A quién vamos a confiar nuestro país y por ende nuestras vidas? Por todo ello, les digo a toda esta panda, independientemente del color e ideología, que si no van a hacer su trabajo como nos merecemos váyanse a tomar por culo que España ya está harta de indecentes.
Nos leemos con una importante papeleta entre manos y no sólo la que metamos en el sobre