Después de la resaca navideña todos son buenos deseos.
Por ejemplo, aquí te dejo los que yo pensé en estas fiestas:
No tomarme a mal lo que digan de mí
Disfrutar como una niña en el trabajo
Y tomar buenas decisiones
Pero siento decirte que no hay un conjuro mágico que lo consiga por ti
Así que ponte a trabajar en tus metas, que ya vas tarde.
Nos leemos.