La república independiente de la creatividad

Como ya hice en su día con Mixta hoy le toca el turno a Ikea. Esa tienda sueca que tiene montado un imperio gracias al lema «hazlo tu mismo», algo que parecía imposible ya que evolucionamos hacia la comodidad y siguiendo la ley del mínimo esfuerzo. Aunque para ser ese su punto diferenciador, del resto de las fábricas de muebles, jamás se ha mencionado en sus campañas de publicidad. Por el contrario se suele hacer alusión a las emociones que se viven en ciertos momentos.

Con el paso de los años se fueron alejando de los productos que vendían para tocarnos la fibra sensible. Lo que se supone que obtendrás al comprar muebles en Ikea es libertad de hacer lo que quieras, que para eso es  tu casa. Nada de prohibiciones. Tú decides qué quieres hacer y cuándo hacerlo. Y gracias a esta filosofía aprendemos una importante lección muy valiosa.

La eficacia de estas campañas se lo deben al Dios de la creatividad: Tony Segarra. Este artista siempre lo ha tenido muy claro y por eso cada producto que mete en su mente lo convierte en un éxito. ¿Su truco? Hacer que un anuncio de compresas sea diferente y divertido  y así con todo. En el caso de Ikea antes de que Toni Segarra apareciera la estrategia se centraba en los cambios que pueden plantear , nunca es tarde para redecorar tu vida.

Sin embargo, la situación fue empeorando y las necesidades cambiaron paulatinamente. Como hiciera Benetton con sus campañas de denuncia social, fueron los primeros en hablar de la realidad de la crisis y lo que eso conllevaba, pero nunca dejaron de poner al mal tiempo buena cara (incluso la muerte es un tema que saben tratar alejándose del lado negativo), pero también nos animan a no callarnos y a hacer nuestra propia revolución, todo sea para que podamos dormir tranquilo o tener una vida más sencilla.

Ikea está por todo el mundo y muchos creativos acuden a la comedia para hablar de las ventajas de comprar en sus almacenes, nos muestran su utilidad y hasta nos trasladan a un mundo imaginario. Pero hemos demostrado que en España también nos los sabemos montar.

Nos leemos.

Nuky