Hombres. Seres de costumbres, que se mueven en grupo para presumir, ejercer un rol de liderazgo o para conseguir un bien común.
Nos hacéis creer que estáis mejor sin nosotras, que vuestras aficiones son sólo cosa de hombres, que no entendemos vuestro mundo. Pero, sin embargo, no dejáis de pensar en nosotras o en lo que queréis hacer con nosotras, en cómo conseguirnos o cómo adaptaros. Todo el día pensando en lo mismo. Pero cuando os pedimos comprensión, que cambies algunas cosillas que nos molestan o que nos echéis una mano, no sólo no lo hacéis sino que a veces nos lo ponéis más difícil, o peor aun, nos utilizáis como meros objetos.
Así que no os creáis los reyes del cotarro que de todos es sabido: «Detrás de todo gran hombre, hay siempre una gran mujer». Y si no se nos cuida como merecemos, porque lo valemos, habréis perdido lo mejor de vuestra vida, sin duda alguna.
Nos leemos.