«Para mear y no echar gota»
En esta época en la que muchos nos sentimos encerrados y nos llevamos una decepción tras otra se agradece que aun nos intenten sorprender. Ya sea para que reflexionemos sobre un tema, para sacarnos una sonrisa o para que algo nos cale hondo y no lo olvidemos fácilmente.
Es verdad que hay ciertos temas que son propensos a no dejar indiferente a nadie: sexo, maltrato o las enfermedades. Pero la publicidad tiene sus trucos para llamar la atención del target sobre productos cotidianos. Los efectos especiales es un buen recurso con el que se consigue que no dejemos de pensar cómo lo hacen. Pero también hay que tener en cuenta que muchas veces menos es más y contar una historia con un solo plano es para alucinar. La realidad es una herramienta con mucho jugo para dejarnos a todos con la boca abierta. También le sacan partido a la gente extraordinaria para que no hagamos zapping. Actualmente se han puesto de moda los medios no convencionales para dejarnos sin palabras.
En este mundo no hay tiempo para ser sutiles, hay que romper los esquemas y echarle mucho morro, de esta manera quizá no consiguen que compremos su marca pero se aseguran diferenciarse.
Nos leemos.