El agosto de la publicidad es la Navidad, por venderte te venden hasta a tu abuela. Lo curioso es que cuando yo era pequeña y me gustaban estas fechas en la tele sólo salían anuncios de juguetes, pero ahora para verlos tienes que buscar canales especializados en dibujos (Disney Chanel, Clan, Boing…) y sólo algunos buenos spots hacen un pequeño guiño a los regalos de los más pequeños. Pero la Navidad es para pequeños y mayores y por eso se ven muchos productos de maquillaje para ir perfectas en las reuniones, colonias aludiendo a la fantasía, las cremas para hombres para que se cuiden como los metrosexuales pero poniendo un ejemplo muy varonil… Que nadie se quede sin ser alcanzado por un impacto publicitario.
Pero si tenemos que detenernos más en un producto es en Freixenet, el producto estrella en estas fiestas, aunque sea sólo por el despliegue de medios que hacen cada año en su publicidad. Al ser una marca tan famosa y con un producto con un uso tan concreto, sobre todo en estas fechas, junta todas sus fuerzas creativas y económicas en hacer un único anuncio televisivo al año, es más, se considera que comienza la Navidad con las luces en las calles y con el estreno del mismo. Por todo ello a lo largo de los años las piezas audiovisuales siempre cuentan con más de una personalidad del mundo del cine y la música, una producción propia de Hollywood, con todo bien coreografiado, un tono de cuento además de divertido pero con un gusto exquisito y con la incondicional presencia de las burbujas. Una de las cosas que me gustaría destacar es su solidaridad con la sociedad ante la crisis y decidir reutilizar dos años seguidos el mismo anuncio. Un ejemplo de producto que es un referente gracias a la publicidad.
Los anuncios que se ven en Navidad tienen unas temáticas y pautas concretas para ser eficaces: crear un entorno de felicidad y mágico; rodearnos de nieve para regocijarnos del calor de nuestros hogares; aludir a nuestros sueños; apelar al lado más tierno de nuestro corazoncito mostrándonos que otros están peor que nosotros; nos dan ideas para ser originales a la hora de regalar; decirnos dónde podemos comprarlos y recordarnos con que debemos pagarlos; nos acercan a los que no podemos ver, endulzan y llenan nuestras mesas y mantienen nuestra ilusión aunque nos creamos mayores para ello.
Mucha suerte para el Sorteo de la Lotería de Navidad y sino nos toca nada siempre nos queda el calvo, digo el niño. Yo con conseguir un trabajo me doy por premiada.
¡¡Felices fiestas y nuevo año 2012!!
Nuky